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lunes, 3 de agosto de 2009

¿COMO SUPERAR EL CONSUMO DE LAS DROGAS ?



La desintoxicación de cocaína implica una limpieza de toxinas. Sin embargo, en personas con dependencia a una sustancia química, la desintoxicación se asocia usualmente con el síndrome de abstinencia, esto es, con el conjunto predecible de síntomas y signos que siguen a una interrupción brusca o a una disminución rápida de la toma de una sustancia que se ha consumido de manera estable durante un periodo de tiempo.

De hecho, el síndrome de abstinencia es el principal obstáculo para recuperarse de la adicción a la cocaína.La superación del síndrome de abstinencia es la primera fase que se realiza en las clínicas de desintoxicación de cocaína.

El síndrome de abstinencia, el principal obstáculo en la desintoxicación de cocaína

Y lo es porque en personas con dependencia de la cocaína, la interrupción abrupta y sin tratamiento del consumo puede causar problemas físicos severos. Por otro lado, los riesgos del síndrome de abstinencia para el paciente y la sociedad no se limitan a la severidad de las perturbaciones físicas, especialmente cuando la desintoxicación se ha llevado a cabo de forma ambulatoria. Porque los pacientes que acuden a clínicas de desintoxicación de cocaína para un tratamiento ambulatorio, corren el riesgo de automedicarse para paliar los síntomas de abstinencia y la interacción entre esta automedicación y las medicinas prescritas por el médico pueden causar sobredosis o daños cerebrales. Por tanto el tratamiento de desintoxicación clínica debe realizarse siempre bajo un estricto control médico psicológico, ingresando al paciente, preferentemente, en clínicas de desintoxicación de cocaína.

Los síntomas de la abstinencia de cocaína están asociados fundamentalmente a cambios en el sistema nervioso central (SNC). Los síntomas comunes incluyen depresión, insomnio, anorexia, fatiga, irritabilidad y agitación. La etapa REM del sueño se puede ver afectada durante varias semanas después del último consumo. Los pacientes experimentan un ansia de consumo intensa que puede durar semanas, y pueden desarrollar importantes desórdenes psiquiátricos concomitantes. Por otro lado, el riesgo de recaída es alto durante el periodo temprano de la abstinencia, en parte porque el ansia de consumo se dispara fácilmente por pensamientos sobre estímulos asociados a la cocaína.

Síntomas de la Abstinencia de Cocaína
• Depresión
• Agitación
• Insomnio
• Anorexia
• Fatiga
• Irritabilidad
• Desórdenes psquiátricos
• Ansia de consumo

Cuando la cocaína llega al sistema de recompensa del cerebro, bloquea las áreas de transporte de la dopamina, que son responsables de la readmisión de dopamina en las sinapsis dopaminérgicas de esta región. Así, la dopamina no se elimina de su hendidura sináptica, y permanece libremente, incluso en cantidades en aumento, porque los sucesivos estímulos nerviosos siguen llegando y liberando dopamina. Estos efectos continúan hasta que la cocaína es eliminada de los terminales presinápticos. Se cree que la anormalmente alta presencia de dopamina en elcerebro es responsable de los efectos placenteros del uso de cocaína. El consumo prolongado de cocaína hace que el cerebro se adapte a él, y la síntesis de la dopamina por las neuronas disminuye. En los intervalos de tiempo entre los consumos o cuando se interrumpe el consumo decocaína, el consumidor experimenta una sensación opuesta al placer, debida a los niveles bajos de dopamina: fatiga, depresión y humor alterado. Así, los síntomas de la abstinencia de cocaína desaconsejan llevar a cabo un tratamiento en clínicas de desintoxicación de cocaína, sin un manejo médico y psicológico y un nivel de cuidados adecuados que eliminen los riesgos para la salud de los pacientes.

Evitando el riesgo de daño cerebral: desintoxicación clínica ultrarrápida de cocaína sin síndrome de abstinencia. Se puede dejar la cocaína

Como se ha señalado, los síntomas de abstinencia son un obstáculo fundamental para el tratamiento en clínicas dedesintoxicación de cocaína. Porque dejar de consumir cocaína no es suficiente para eliminar las alteraciones graves que esta sustancia produce en los receptores neuronales. Además, con el riesgo añadido que la medicación que normalmente se usa en los tratamientos de desintoxicación cocaína no restaura las áreas dañadas, con el agravante adicional de que enmascara lossíntomas de abstinencia.

Una vez en el cerebro, las drogas como la cocaína afectan a unas estructuras químicas llamadas neurotransmisores. Estas sustancias químicas son las que dentro del cerebro controlan el flujo de información entre las neuronas o células cerebrales, modificando los potenciales de acción de las neuronas post-sinápticas, a la vez que modificando el humor y los sentimientos de las personas.

Por tanto, para evitar el síndrome de abstinencia es necesario restaurar las funciones del cerebro que han sido dañadas por la adicción a la cocaína. Pero esto no es posible sólo con la desintoxicación. Las neuronas deben ser restauradas, de manera que puedan incrementar su capacidad de aprovechamiento del oxígeno disponible, puedan normalizar el intercambio metabólico a nivel de la membrana celular y, de esta forma, las neuronas puedan transmitir eficientemente la información electroquímica a lo largo del tejido cerebral. Sólo este tipo de intervención farmacológica, que recupera el funcionamiento neuronal de las estructuras cerebrales dañadas por la cocaína, permite una desintoxicación sin síntomas de abstinencia y sin ansia de consumo. Además, esta intervención permite la recuperación de procesos avanzados de cognición y afectividad, como la atención, la habilidad para leer, la conciencia o la serenidad. Solo así se puede dejar la cocaina en clínicas de desintoxicación de cocaína.

En definitiva, el riesgo de consecuencias graves para los pacientes que experimentan la abstinencia de cocaína hace necesaria unadesintoxicación clínicamente controlada. Lo que implica un avanzado tratamiento farmacológico, llevado a cabo por profesionales de la medicina, psicología y enfermería y que proporcione una evaluación supervisada durante las 24 horas del día junto a un control de la abstinencia en entornos clínicos adecuados. Tratamiento, por otro lado, que se realiza de acuerdo a unas políticas sanitarias aprobadas y a unos protocolos clínicos o procedimientos controlados médicamente.

Diversos estudios señalan que entre las ventajas de este tratamiento farmacológico de desintoxicación rápida con hospitalización, se encuentra que: (1) el paciente está en un ambiente protegido y, por tanto, sin acceso a sustancias como drogas o alcohol, (2) la recuperación neuronal rápida elimina el ansia de consumo y suprime el síndrome de abstinencia, y (3) la desintoxicación se puede alcanzar más rápidamente que en un tratamiento ambulatorio.

Por otro lado, la desintoxicación de la cocaína con hospitalización en un centro clínico prepara al paciente para la continuación del tratamiento de esta dependencia. Durante la hospitalización, los pacientes pueden constituir relaciones terapéuticas con las personas encargadas del tratamiento o con otros pacientes, y pueden aumentar su capacidad de hacer conscientes las alternativas a una vida dependiente de la cocaína. De este modo, la desintoxicación es una oportunidad para ofrecer información a los pacientes y para motivarles a continuar en el tiempo su tratamiento para dejar la cocaína. Por lo tanto, el tratamiento en clínicas de desintoxicación de cocaína es la mejor opción con la que cuenta el paciente que quiere dejar la cocaína y la que ofrece las mayores garantías para no recaer en el consumo.

Un buen diagnóstico clínico, herramienta fundamental para un buen tratamiento de la adicción a la cocaína

En primer lugar, en las clínicas de desintoxicación de cocaína que se precien de tal, es necesaria una evaluación completa e individualizada de los aspectos médicos, psicológicos y sociales de cada paciente. Esta evaluación se acompaña de una exploración clínica detallada, así como de exámenes psico-diagnósticos y psicopatológicos, que permiten establecer las características de la adicción y su intensidad, la existencia de enfermedades psíquicas asociadas al consumo de cocaína, y las repercusiones de la adicción en la familia del paciente, su trabajo y sus amistades. Este procedimiento médico es fundamental para determinar el tipo de intervención farmacológica y médica que cada paciente necesita, además de proporcionar información para diseñar una estrategia individualizada de psicoterapia que pueda realizarse después de la salida del paciente de la clínica.

Tras estos exámenes y evaluación hospitalarios, se realizan las intervenciones farmacológicas, orales e intravenosas, que permiten recuperar lasfunciones neuronales de las estructuras del cerebro que han sido dañados por la cocaína (por ejemplo los sistemas neuroreceptores dopaminergicos y serotonergicos), de manera que las neuronas tratadas pueden maximizar su capacidad para usar el oxígeno y restaurar de manera rápida la membrana neuronal. El principal logro de este procedimiento farmacológico, realizado en la clínica de desintoxicación de cocaína, es que proporciona la cantidad necesaria de medicación para asegurar una desintoxicación fiable y cómoda, sin ansia de consumo y sin síntomas de abstinencia. Al incrementar la capacidad de las neuronas tratadas para usar el oxígeno disponible, las funciones de la membrana neuronal se normalizan de manera rápida.

Simultáneamente, el tratamiento en las clínicas de desintoxicación, incluye la atención de los aspectos nutricionales y psicológicos del paciente: por un lado, se trata de mantener un adecuado equilibrio de fluidos, corregir las deficiencias de electrolitos y atender las deficiencias en la nutrición que frecuentemente acompañan a la adicción del paciente. En este aspecto, la nutrición del cerebro implica un enriquecimiento de la dieta con sales minerales, oligoelementos, y aminoácidos esenciales para la recuperación neuronal en la desintoxicación de cocaína.

Por otro lado, se pone a disposición del paciente un plan personalizado de psicoterapia, basado en los exámenes psico-diagnósticos, que restaure la armonía en su vida familiar y personal, clarifique conceptos erróneos acerca de su enfermedad, y promueva cambios en su actitud y su estilo de vida. Esta psicoterapia, así como el control farmacológico, conforman el proceso ambulatorio que el paciente debe seguir tras abandonar la hospitalización, y que permiten al paciente participar activamente en su propio tratamiento.

Bajo estas condiciones, la desintoxicación clínica de cocaína tiene cuatro logros inmediatos: (1) proporcionar un abandono seguro de ladependencia de la cocaína y permitir al paciente liberarse del consumo de sustancias no prescritas, (2) proporcionar una abstinencia sin sufrimiento que protege la dignidad del paciente, (3) proporcionar una recuperación de procesos cognitivos y afectivos, y (4) preparar al paciente para la rehabilitación psicológica de su dependencia.

desintoxicación Tradicional =
desintoxicación
desintoxicacion en TAVAD =
Recuperación Neuronal
Duración del Tratamiento5-180 DÍAS2 DÍAS
AnsiedadNO

Temblores

NO

Ansia de Consumo

NO

Falta de Apetito

NO

Insomnio

NO

Depresión

NO

Irritabilidad

NO

Estrés

NO
BienestarNO
SerenidadNO
RecuperaciónNO
Mejora de las RelacionesNO
RetenciónBAJATOTAL

Más información de clínicas de desintoxicación de cocaína

ABUSOS CON COCAINA ¿QUE HACER ?



Abuso de cocaína contrastando con la adicción a la cocaína y crack

Y con este aumento del consumo de la cocaína, surge una realidad compleja: mientras que algunas personas llegarán a ser consumidores decocaína en contextos sociales o recreativos concretos, otras llegarán a abusar del consumo y muchas de éstas desarrollarán adicción a la cocaína.

La experiencia con los pacientes que pasan por los centros de desintoxicación de cocaína, nos enseña como, a causa de las propiedades estimulantes de la cocaína, el consumo de la sustancia se puede convertir fácilmente en abuso para alguien que experimente fatiga emocional y psicológica, lo que no significa necesariamente que la persona sea dependiente de la cocaína. Podría tratarse de un abuso cocaína limitado en el tiempo y que puede desaparecer, o no, cuando esas dificultades se superan.

Por tanto, se puede distinguir entre el abuso cocaína y la adicción a la cocaína, aunque cuando hay un abuso, se corre un gran riesgo de desarrollar dependencia de esta sustancia. Cuando hablamos de abuso, nos referimos a un consumo de cocaína que tiene efectos perjudiciales para el consumidor, que dificultará la desintoxicación, cuanto mayor sea la dependencia, por los medios tradicionales.

En definitiva, el abuso cocaína es diferente de la adicción a la cocaína. Sin embargo, aunque los abusadores de cocaína no necesariamente dependen de esta droga, desarrollan también problemas como la incapacidad para entender los riesgos de ese abuso, o la ausencia de interés en los daños que el abuso de cocaína puede causar al consumidor o a otros. Por otro lado, el abuso de cocaína conduce frecuentemente a ladependencia de esta droga.

En los centros de desintoxicación de cocaína es fácil observar que las complicaciones médicas asociadas al abuso de cocaínason graves y frecuentes. Algunas de las más frecuentes incluyen problemas cardiovasculares, como alteraciones del ritmo cardiaco y ataques al corazón; problemas respiratorios como dolor de pecho y paros respiratorios; problemas neurológicos entre los que se incluyen apoplejías, ataques y dolores de cabeza; y problemas gastrointestinales como dolor abdominal y nauseas.

El consumo de cocaína se ha relacionado con muchos tipos de enfermedades cardiacas. En los pacientes que acuden a centros de desintoxicación de cocaína, se ha encontrado que la cocaína dispara las arritmias o fibrilaciones ventriculares; acelera los latidos del corazón y la respiración, e incrementa la presión sanguínea y la temperatura corporal. Otros síntomas físicos del consumo de cocaína incluyen dolor en el pecho, nauseas, visión borrosa, fiebre, espasmos musculares, convulsiones y coma. Por otro lado, como el consumo de cocaína tiende a disminuir la ingesta de alimentos, muchos consumidores crónicos de cocaína pierden su apetito y pueden tener pérdidas significativas de peso y desnutrición.

Las diferentes vías para la administración de la cocaína producen efectos adversos diferentes. Esnifar cocaína regularmente, por ejemplo, puede conducir a una pérdida del olfato, sangrado de nariz, problemas para tragar, ronquera y sobre todo irritación de las fosas nasales que puede desembocar en una nariz crónicamente inflamada y moqueante. Ingerir cocaínapuede causar gangrena severa del intestino debida a la disminución del flujo sanguíneo. Y las personas que se inyectan la cocaína, además de experimentar los efectos generales de esta droga se producen marcas de las punciones (normalmente en los antebrazos), y pueden experimentar reacciones alérgicas, ya sea a la droga o a algún aditivo que contenga la cocaína comprada en la calle, que puede conducir, en casos graves, a la muerte.

Las investigaciones y los datos, procedentes de centros de desintoxicación de cocaína, revelan también que la interacción entre la cocaína y elalcohol es potencialmente peligrosa. Cuando se toman juntas, las dos drogas se convierten en el organismo en la sustancia cocaetileno. Esta nueva molécula tiene una acción en el cerebro más prolongada y más tóxica que cualquiera de las dos drogas por separado, y aunque es necesaria más investigación sobre estos efectos, hay que señalar que esta combinación de dos drogas, es la que con más frecuencia tiene como resultado la muerte.

A causa de todo lo expuesto los tratamientos de desintoxicación en centros especializados son una oportunidad para el adicto a la cocaína, para dejar el abuso a una sustancia que limita en gran medida su vida y provoca serios trastornos de salud. En los centros de desintoxicación de cocaína el tratamiento médico y psicológico permite al consumidor superar la adicción con las mayores garantía de éxito.

¿ES POSIBLE DEJAR LA COCAINA ?

COMO DEJAR LA COCAINA SIN SINDROME DE ABSTINENCIA

¿Por qué la cocaína y el crack tienen un síndrome de abstinencia?

dejar la cocaína sin sintomas de abstinencia
Dejar la cocaína sin síndrome de abstinencia

La cocaína y el crack son potentes estimulantes cerebrales y una de las drogas con mayor poder adictivo. Las propiedades euforizantes de la cocaína y el crack se deben a que estimulan al cerebro a liberar cantidades de dopamina más altas de lo normal.

La dopamina, neurotransmisor químico, se une a los receptores cerebrales que activan las sensaciones de excitación y placer.

¿Cómo dejar la cocaína? Superar el síndrome de abstinencia

Después de ser procesada por primera vez en el siglo XIX, la cocaína fue usada como un anestésico local y para el tratamiento de neuralgias, alcoholismo o melancolía, pero pronto dejó de emplearse con fines médicos, al comprobarse sus efectos adversos y sus propiedades adictivas. Sin embargo, su consumo como estimulante ilícito no ha dejado de crecer desde los años 60 causando un complejo problema de salud: la adicción a la cocaína o al crack (cocaína procesada para ser fumada), enfermedad que requiere tratamiento médico. Uno de los principales obstáculos para la recuperación de los adictos que quieren dejar la cocaína, lo constituye el denominado síndrome de abstinencia. Otro de los aspectos fundamentales para abandonar el consumo de cocaína, es la desintoxicación hospitalaria y el control de la abstinencia, objetivos esenciales que responden a la pregunta de ¿cómo dejar la cocaína?.

Los síntomas de abstinencia aparecen porque una vez en el cerebro, y como se ha descrito más arriba, la cocaína afecta a los neurotransmisores, que controlan el flujo de información entre las neuronas que activan los comportamientos y sensaciones en las personas. Lacocaína y el crack actúan fundamentalmente en los sistemas serotonérgicos y dopaminérgicos, bloqueando el transporte de dopamina y haciendo que ésta permanezca libremente en cantidades elevadas, activando las sensaciones de placer y euforia.

Pero el uso prolongado de cocaína o crack hace que el cerebro se adapte al consumo, y que los niveles de dopamina disminuyan, por lo que la persona cuyo cerebro se ha habituado a la cocaína necesita aumentar cada vez más su consumo para obtener los mismos efectos de las primeras dosis. Esto significa que la cocaína ha afectado a los neurotransmisores y que el cerebro ha experimentado cambios en su circuito, de manera que sólo puede funcionar “normalmente” con la presencia de la cocaína.

En definitiva, el organismo se ha acostumbrado a la presencia de la cocaína en el cerebro como estímulo para la activación de los circuitos de recompensa y placer, y cuando cesa el consumo de droga, los circuitos de recompensa carecen de la sobreestimulación habitual y por tanto no son capaces de activarse. El resultado es el síndrome de abstinencia y un malestar que se experimenta como lo más opuesto al placer, por los bajos niveles de dopamina: fatiga, depresión y alteraciones en el carácter, lo que en muchas ocasiones hará que el consumidor vuelva a buscar lacocaína para sentirse bien. Este proceso viene a ser la principal dificultad para dejar la cocaína.

Como dejar la cocaína o crack: síntomas de la abstinencia

La abstinencia cocaína y crack no se manifiesta con síntomas físicos tan evidentes como con otras drogas adictivas. Con frecuencia no se presentan síntomas como los vómitos y temblores que suelen acompañar la abstinencia de la heroína o las convulsiones y delirio que ocurren con la abstinencia del alcohol. Esta ausencia de síntomas físicos evidentes ha hecho pensar en el pasado que la cocaína no era adictiva, cuando la verdad es que cada droga tiene sus propios y específicos efectos adictivos, que en el caso de la cocaína, son muy poderosos. De hecho, la búsqueda y el deseo compulsivo de droga, que es la marca distintiva de la adicción, acompaña al abuso de cocaína de manera más rápida e intensa que a muchas otras drogas ilegales.

SÍNTOMAS DE LA ABSTINENCIA DE COCAINA Y CRACK
(Síndrome de Abstinencia)
• Depresión
• Agitación
• Insomnio o hipersommnia
• Anorexia
• Fatiga
• Irritabilidad
• Desórdenes psiquiátricos
• Ansia o deseo compulsivo de cocaína

Los síntomas de la abstinencia de cocaína son ante todo psíquicos, y se suelen presentar en tres fases. Una primera de disforia inmediata tras el uso de cocaína y que puede durar hasta tres días, consistente en depresión, anhedonia, insomnio, irritabilidad y deseos intensos de cocaínaque remiten gradualmente y son reemplazados por el deseo de dormir. Pueden ser importantes la depresión mayor y las ideas de suicidio. En ocasiones, los consumidores se automedican durante esta primera fase con sedantes, o consumen alcohol.

La segunda fase de abstinencia es la de mayor riesgo de recaída. Hay irritabilidad, ansiedad y disminución de la capacidad de sentir placer. El deseo de consumir aumenta especialmente en el contexto de estímulos ambientales. Dura entre una y diez semanas.

Por último, durante la fase de extinción, que sin un tratamiento adecuado puede durar años o incluso convertirse en crónica, el estímulo que desencadena el "craving" o deseo compulsivo de cocaína puede ser progresivamente extinguido.

La desintoxicación sin síndrome de abstinencia de cocaína y crack es posible.

En definitiva, el síndrome de abstinencia es un obstáculo fundamental para la recuperación de la adicción a la cocaína. Pero la desintoxicación sin síndrome de abstinencia es posible. El síndrome de abstinencia de la cocaína no es un comienzo ineludible de todo tratamiento para superar la dependencia y dejar la cocaína, sino que por el contrario puede ser evitado con una específica intervención y tratamiento para dejar la cocaína.

Para evitar el síndrome de abstinencia, es necesario recuperar las funciones cerebrales que han resultado dañadas por la adicción a la cocaína. Pero esto no es posible con una desintoxicación “tradicional”. Las neuronas deben ser recuperadas con una intervención farmacológica que permita que el paciente no sufra, ni síntomas de abstinencia ni ansia de consumo, y que más allá de este procedimiento permita también, una recuperación de los procesos cognitivos y afectivos que habían sido dañados, como la retención, la capacidad para leer, la conciencia o la serenidad.

El Crack y la Cocaína



La cocaína es una droga estimulante y altamente adictiva. La sal de clorhidrato, la forma en polvo de la cocaína, se puede inhalar o disolver en agua para inyectarse. El crack es la cocaína que no ha sido neutralizada por un ácido para convertirse en sal de clorhidrato. Este tipo de cocaína viene en forma de cristales de roca que se pueden calentar y cuyos vapores se pueden fumar. El término "crack" se refiere al crujido que se oye cuando se calientan los cristales.*

No importa la forma ni la frecuencia de consumo, el usuario de cocaína se expone a tener una emergencia cardiovascular o cerebrovascular aguda, como un ataque al corazón o al cerebro (éste último también conocido como apoplejía, embolia, derrame cerebral o trombosis en español y como "stroke" en inglés), que pueden resultar en la muerte súbita. Las muertes relacionadas con la cocaína a menudo son el resultado de un paro cardiaco o una convulsión seguida de un paro respiratorio.

Peligros para la salud

La cocaína es un estimulante poderoso del sistema nervioso central que interfiere con el proceso de reabsorción de la dopamina, un mensajero químico asociado con el placer y el movimiento. La acumulación de la dopamina resulta en una estimulación continua de las neuronas “receptoras”, lo cual está asociado con la euforia comúnmente reportada por las personas que abusan de la cocaína.

Los efectos físicos del consumo de la cocaína incluyen constricción de los vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas y aumento en la temperatura corporal, frecuencia cardiaca y presión arterial. La duración de los efectos eufóricos inmediatos de la cocaína (que incluyen hiperestimulación, agudeza mental y disminución de la fatiga) dependen de la forma de administración. Cuanto más rápida sea la absorción, más intensa será la euforia pero más breve será su duración. La euforia puede durar de 15 a 30 minutos si se inhala la cocaína, y de 5 a 10 minutos si se fuma. Un aumento en el uso de cocaína puede reducir el período de tiempo de euforia en el usuario y aumentar el riesgo de adicción.

Algunas de las personas que usan cocaína informan sentir desasosiego, irritabilidad y ansiedad. Se puede desarrollar tolerancia a la euforia y muchos son los adictos que informan tratar en vano de conseguir que la droga les produzca el mismo placer que sintieron la primera vez que la usaron. Ciertos usuarios aumentan su dosis para intensificar y prolongar los efectos eufóricos. Así como se puede desarrollar tolerancia a la euforia, hay usuarios que también pueden volverse más sensibles a los efectos anestésicos y convulsivos de la cocaína. Este aumento de la sensibilidad puede explicar algunas de las muertes que ocurren después de consumir dosis aparentemente bajas de cocaína.

Episodios de uso sostenido y repetido de cocaína, en dosis cada vez más altas, pueden llevar a un estado creciente de irritabilidad, desasosiego y paranoia. Esto puede resultar en un período de psicosis paranoica total en la que el usuario pierde el sentido de la realidad y padece de alucinaciones auditivas.

Otras complicaciones asociadas con el uso de la cocaína incluyen alteraciones en el ritmo cardiaco, ataques al corazón o al cerebro, dolor en el pecho, falla respiratoria, convulsiones, dolor de cabeza y complicaciones gastrointestinales tales como dolor abdominal y náusea. Ya que la cocaína tiene la tendencia a disminuir el apetito, muchos usuarios habituales pueden presentar signos de desnutrición.

Las diferentes maneras de consumo de la cocaína pueden ocasionar diferentes efectos adversos. Por ejemplo, la inhalación regular de la cocaína puede llevar a la pérdida del sentido del olfato, sangrados nasales, problemas para tragar, ronquera y secreción nasal crónica. La ingestión de cocaína puede causar gangrena intestinal grave debido a la reducción del flujo sanguíneo al intestino. Las personas que se inyectan cocaína pueden experimentar una reacción alérgica aguda y al igual que cualquier usuario de drogas inyectables, tienen mayor riesgo de contraer el VIH y otras enfermedades de transmisión sanguínea.

Un peligro adicional: el etileno de cocaína
Cuando las personas combinan el consumo de cocaína con alcohol, están agravando el peligro que presenta cada una de estas drogas y, sin saberlo, realizan en sus propios cuerpos un experimento químico complejo. Varios investigadores auspiciados por el NIDA han encontrado que al combinar el uso de cocaína con alcohol, el hígado humano fabrica una tercera sustancia, el etileno de cocaína, que intensifica los efectos eufóricos de la cocaína y potencialmente aumenta el riesgo de muerte repentina.

Tratamiento

El abuso generalizado de la cocaína ha desencadenado un esfuerzo extensivo para establecer programas de tratamiento para este tipo de toxicomanía.

Una de las principales prioridades investigativas del NIDA es la de encontrar un medicamento que bloquee o reduzca en gran medida los efectos de la cocaína, para ser utilizado como parte de un programa de tratamiento integral. Algunos de los investigadores auspiciados por el NIDA también están estudiando medicamentos que ayuden a aliviar el deseo vehemente por la droga ("craving") que a menudo sienten las personas bajo tratamiento por adicción a la cocaína. Actualmente se están investigando la seguridad y eficacia de varios medicamentos que podrían ser usados en el tratamiento para la adicción a la cocaína.

Además de los medicamentos, las intervenciones conductuales, en particular la terapia cognitiva-conductual, pueden ser eficaces para disminuir el consumo de la droga. Lograr proporcionar una combinación óptima de tratamiento y servicios para cada persona es esencial para lograr resultados exitosos.

Alcance del uso

Estudio de Observación del Futuro (MTF, por sus siglas en inglés)**
En el 2005, las tasas de uso en la vida, anual y en los últimos 30 días de cocaína se mantuvieron estables en los tres grados encuestados por el MTF. De igual manera, en el 2005, la percepción del daño ocasionado por el uso ocasional se mantuvo estable reportándose cifras del 65.3 por ciento de los estudiantes del 8º grado, 72.4 por ciento de los de 10º grado y 60.8 por ciento de los de 12º grado.

Uso de cualquier forma de cocaína por estudiantes, 2005:
Estudio de Observación del Futuro

Estudiantes
del 8º grado
Estudiantes
del 10º grado
Estudiantes
del 12º grado
En la vida3.7%5.2%8.0%
Anual2.2%3.5%5.1%
30 días1.0%1.5%2.3%


Uso de cocaína crack por estudiantes, 2005:
Estudio de Observación del Futuro

Estudiantes
del 8º grado
Estudiantes
del 10º grado
Estudiantes
del 12º grado
En la vida2.4%2.5%3.5%
Anual1.4%1.7%1.9%
30 días0.6%0.7%1.0%


Grupo de Trabajo de Epidemiología en la Comunidad (CEWG, por sus siglas en inglés)****
De acuerdo con una fuente de datos federales, las tasas de mención de cocaína como factor de muerte fueron particularmente altas en las ciudades de Nueva York/Newark, Detroit, Boston y Baltimore. Los datos de los informes de los médicos forenses locales señalaron a Texas y Filadelfia como los lugares con las tasas más altas de muertes relacionadas con la cocaína en el período del 2003 al 2004.

Las admisiones a tratamientos por uso primario de cocaína en el 2004 correspondieron al 52.5 por ciento de las admisiones a tratamientos (excluyendo las relacionadas al alcoholismo) en Atlanta, al 38.9 por ciento en Nuevo Orleáns y aproximadamente al 36 por ciento en Texas y Detroit.

Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud (NSDUH, por sus siglas en inglés)*****
En el 2004, 34.2 millones de americanos mayores de 12 años informaron haber usado cocaína alguna vez en la vida y de éstos, 7.8 millones reportaron haber usado crack. Alrededor de 5.6 millones reportaron uso anual de cocaína y de éstos, 1.3 millones informaron haber usado crack. Alrededor de 2 millones de americanos informaron haber usado cocaína en los últimos 30 días (uso actual), y de éstos, 467.000 informaron haber usado crack. Se calcula que hubo alrededor de 1 millón de usuarios nuevos de cocaína en el 2004 (aproximadamente 2.700 por día) y la mayoría eran mayores de 18 años, con la edad promedio al momento del primero uso siendo de 20.0 años.

El porcentaje de jóvenes entre 12 y 17 años que reportaron haber usado cocaína alguna vez en la vida fue del 2.4 por ciento en el 2004. Entre los adultos jóvenes de 18 a 25 años, la tasa fue del 15.2 por ciento, es decir, no hubo una diferencia significativa con respecto al año anterior. Sin embargo, en el caso de la cocaína crack, hubo una disminución estadísticamente significativa en la tasa de uso en la vida entre los jóvenes de 12 a 17 años de edad.

El uso de crack en el mes anterior bajó entre los jóvenes de 16 y 17 años pero subió para los de 21 a 25 años. Los jóvenes de 21 años también mostraron un aumento en el uso en el año anterior tanto de crack como de cocaína.

El uso de cocaína en el mes anterior bajó para las jóvenes de 12 a 17 años y para los asiáticos mayores de 12 años pero aumentó entre los negros de 18 a 25 años de edad. Hubo una disminución en el uso de cocaína en el año anterior entre los asiáticos de 18 a 25 años de edad.

Después de una disminución entre el 2002 y el 2003, los datos de la NSDUH muestran un aumento en el número de personas que en su tratamiento más reciente en un centro especializado fueron tratadas para problemas de uso de cocaína, habiendo subido de 276.000 en el 2003 a 466.000 en el 2004.